En
una tierra sin sombra
que
brillaba por sus propios minerales
me
pregunté
por
qué la tarde
estaba
dentro de mí.
Si
he crujido
como
el hielo
en
momentos torturados.
Supe
entonces
que
soy todas las crestas solares
y
que vivo en la condena de mi cuerpo.
Naranjo,
Krishna. (2015) Tierra lucida. En Tierra
de cada día. México: Puertabierta Editores. Pp. 64.
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