Ojos verdes


Muy bien, señor juez, si usted lo desea empezaré a contarle desde el principio:
            Todo esto empezó hace tres años, en el último semestre de contabilidad. Él había reprobado ese semestre y lo estaba repitiendo. Entró al aula de clases y … No sé bien qué pasó… pero… esos ojos me petrificaron. Esos ojos verdes, luminosos como hojitas recién nacidas, como esmeraldas, no sé…
            Bueno, está bien, seguiré sin divagar. Para el receso intenté platicar con él. Resulto ser un muchacho abierto e interesante, el tipo de hombre que yo siempre había soñado. Además, esos ojos me cautivaban, sentía que me perdía en ellos, que me ahogaba en su luminosidad y…
            Si, ya sé que estoy divagando de nuevo, muy bien, proseguiré. Empezamos a salir esa noche, antes de una semana ya éramos novios. Terminamos la carrera y ambos decidimos trabajar y ahorrar algo antes de casarnos y todo. Así pasaron dos años y hoy hace tres días que os casamos. Fue una boda bellísima; durante toda la ceremonia yo no podía mirar nada que no fuera sus ojos… Descuide, señor juez, esta vez no entraré en detalles sobre sus magníficos ojos.
Ya por la noche estaba yo esperándolo, cuando por la puerta del baño vi... ¡Una cosa horrible! Jamás podré sacármelo de la memoria. Yo vi cuando él… ¡Se estaba quitando unos lentes de contacto! Los ojos que yo tanto había admirado no eran verdaderos.
Por eso lo asesiné, señor juez, usted habría hecho lo mismo. ¡Tres años viviendo pendiente de la verde luz de sus ojos para descubrir que eran falsos! Fue tanto mi dolor, rabia e indignación que me lancé hacia él, le agarré la cabeza y se la estrellé una, dos, tres veces contra el lavabo. Y, después, con el cepillo de dientes le saqué esos horrendos ojos cafés.
No, señor juez, no soy culpable ni me arrepiento de lo que hice. El culpable es él, por engañarme durante estos tres años, y de lo único que me arrepiento es de no haberle preguntado en que óptica compró sus lentes.






Ruiz, Bernardo. (2003) Ojos verdes. En Antología de la primera generación de la Escuela de Escritores de la SOGEM Colima. Cola de cuija. México: Gobierno del Estado de Colima/ Secretaría de Cultura. Pp. 60-61.

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