Cual copa de oro hacia la mar se
incina
el sol de fuego, y trémulo
avizora
la purpurina sangre de la aurora
que a sus sedientos labios se
avecina.
Mi amor es como el astro que
declina
cansado de irradiar en la sonora
extensión de lo azul, y al sueño
implora
mientras la muerte a consumirle
atina.
Mas, ¡oh, perdido bien! de tu
ternura
el recuerdo inmortal, es mar que niega
su seno a mi creciente
desventura;
y como el sol cuando la aurora
riega
su púrpura en el mar, surge y
fulgura
nueva ansiedad dominadora y
ciega.
López Rivera, Rigoberto. (1991) Cristal marino. En Antología poética colimense. Colima: Universidad de Colima
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